Un día como hoy
Nació una estrella.
Nació una estrella.
¡See How Much I Love You!
De una foto suya hice un póster que he colgado en mi habitación; el teléfono móvil está animado por un video suyo. En el ordenador ocupa el lugar privilegiado del escritorio. Y no es un clásico de Shakespeare.
Poco a poco se ha convertido en una especie de ídolo, de Dios menor. Resulta sorprendente que mi vida haya girado en torno a un gato.
Un minuto para la reflexión.
Caminaba por una calle gris y solitaria , sobre la que se extendía la noche con su oscuridad y sus sombras. Caminaba con el cuello del abrigo largo levantado tratando únicamente de ausentarme de mí mismo.
En ese caminar me sobresaltó el sonido de unos pasos que parecían los míos pero no, no lo eran. Nuestras miradas se entrelazaron por unos instantes.
Era ella. Ella, cuya mirada, cuya sonrisa se adueñó de mi alma. Ella a la que descubrí a la luz de luna y cuyos paseos a su lado se convertirían en habituales. Ella, con su cabello denso y suelto, con sus curvas marcando las caderas. Ella, cuyos labios rozaban los míos y yo recorría con mi dedo los suyos dibujando su forma. Ella, a la que besaba sus párpados, primero uno, luego el otro. Ella, cuya dulzura en su modo de hablar lograban borrar mis lágrimas. Ella.
Vinculados por un sentimiento cómplice, complicado, que en cierta manera nos atormenta. Aterrorizados por ese sentimiento que ha nacido en el tiempo. Unidos por nuestras miradas, por nuestros sueños, por nuestras palabras, por nuestros besos y fundidos en un abrazo del que no podemos escapar.
Me sobresalté por unos pasos que días más tarde sabría que eran los de Sofía. Fue un instante, apenas unos segundos, en los que una mirada uniría dos vidas.
- Ha vuelto.
- Lo vio María ayer. Me contó cómo entró en la sala. Y cómo percibió su sonrisa inevitable cuando lo saludaron.
- Se vistió con su traje de estrellas y seguro que antes había estado mirándose al espejo y acicalándose con polvos de brillantina para parecer más hermoso.
Había regresado envuelto en un manto de silencio. Peregrinaba de nuevo por allí en busca de palabras. Palabras que encerraban sentimientos. Palabras que se clavaban como alfileres en el corazón, en el suyo o en el de otro, provocando una visión en él: la de tener una vida intensa.
Llegó y después de unos primeros instantes de incertidumbre, y habiendo recuperado la confianza en sus artes, apartó sus ojos lentamente de la pantalla para grabar esa nueva sensación que le producía el estar allí. Lo hacía para guardar aquel momento entre los otros muchos de sus recuerdos. Coleccionaba momentos.
Volvió y seguía robando voluntades ajenas, sentimientos, besos. No había dejado de ser ese vampiro capaz de robar un mundo de sensaciones que no le pertenecían haciéndolas suyas, haciéndolas reales por unos instantes. Sólo unos instantes. Era su diversión. El escape a la rutina cotidiana.
Todavía no sabe que la noche silenciosa y bella puede tornarse en un peligroso territorio lleno de fieras y de horror. No sabe del peligro que supone quedarse eternamente preso de un juego de ilusiones en un laberinto en el que se esconde su corazón.
Pero ahora estaba allí, entre la multitud. La diversión continúa.
Yo te miro desde lejos para admirarte mejor,
para escuchar lo que dices y saber que no hay mentiras,
para sentir que quererte no es ninguna obligación
y que te guardo los besos aunque tú no me los pidas.
Yo te quiero desde lejos para que no te me gastes,
para poder esperarte cuando todos se han marchado,
para sentir que no hay nada de comodidad o chantaje
y que aún todo está limpio y nada huele ha guardado.
Te quiero y te miro desde lejos para que no creas que voy a pedirte la mano o cualquier otra cosa...
Yo no quiero papeles o fotos que poner en marcos,
ni pegarte cada día el beso de la hipocresía,
yo no quiero promesas ni flores que corten el llanto,
yo no quiero sentir que son una tu vida y la mía..
Yo no quiero perder mi vida o ganar la tuya, cambiémonos tan sólo unos instantes de ellas..
Y aquí estoy divorciada de la cortesía,
esperando a que llueva locura y te encuentre mojado
porque no me resigno vestirnos de monotonía
o a pensar que el olvido es la causa porque no has llamado.
Es tu voz lo que me hace olvidar lo que dices que dices
y me gusta escuchar que apareces aunque tengas prisa
y quizás es verdad que soy todo lo que no persigues
pero me haces un hueco y me arropas con cada sonrisa.
By Hada
Cuatro de septiembre.
Sócrates se suicidó con cicuta. Posiblemente no era un cuatro de septiembre.
La cuestión no es nueva. No lo es el defender los propios intereses así. Así de una forma agresiva.
Cansado de darle vueltas al asunto durante varios meses, cuatro o cinco, tiré dos dados al azar. Tres tiradas y un sólo número que me salvaría de la caída al vacío desde un quinto piso. Tres tiradas y el cuatro no apareció hasta que los había lanzado sesenta y cinco veces.
Mientras sonaba un viejo bolero de Machín,
Aunque la virgen sea blanca
pintame angelitos negros
que también se van al cielo
todos los negritos buenos
pensaba que no era mi mejor momento. Pensé en el dolor que tendrían que sufrir las familias; un desaire el hacerles cambiar sus hábitos diarios. Aún así, después de decidir cuál era la ropa más apropiada, me vestí de domingo y sin acabar de oír las últimas estrofas caminé hacia aquella ventana.
Siempre que pintas iglesias
pintas angelitos bellos
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.
Era cuatro de septiembre. Han pasado once años.
Lo que me detuvo: el miedo a las alturas.
... un lugar que no es el mio.
Gracias a todos aquellos que habéis pasado por aquí.
Vivir sin ti, debe de ser
como observar un cuadro perfecto
y obtener solo rabia de no ser
parte de la acuarela o del lienzo
Vivir sin ti, debe de ser
como si este mundo fuera
un paisaje sin hacer,
como una canción sin letras
un beso dejado a deber
Vivir sin ti...
Vivir sin ti, debe de ser
la espera antigua de algún tren
un deseo de alquiler
o un olvido sin recuerdo,
como un llanto sin bebé
o una princesa sin cuento
Vivir sin ti, debe de ser
como acostarse sin sueño
tan absurdo como el mar
si no tuviera encima el cielo
vivir sin ti, es un pecado
vida de sol apagado
frase que llegaría a ser
burdo vocabulario
Vivir sin ti ...
No quiero vivir sin ti,
ya estoy presa sin remedio
oye esto de mi boca
ansío este cautiverio
No quiero vivir sin ti,
has dado viento a mis brazos
clima a mi corazón
motor y rumbo a mi espacio...
Enviado por Hada.
El cielo estaba tornado de un color crispado creando un ambiente melancólico, el viento soplaba las viejas hojas marchitas, la noche esperaba a los amantes.
Hada.
(re-lee una carta)
Y cuando piensas que caerás
allí estaré yo para abrazarte
Si yo pudiera expresar esas palabras
aquellas que se ocultan en mi corazón
el sol se posaría en mis labios
y podría ver una tarde en flor...
Hechicero
(aparece detrás de su amada)
Si yo te tuviera a mi lado
aunque sea por una ocasión,
no osaría ni un momento
en alejarme de ti...
Hada.
Bien sabes que mi corazón está muerto,
destinado a la desdicha,
a la desolación.
Viviré como un alma en pena
cantandole a los muertos,
a los infelices sin amor,
a las estrellas y a los ángeles;
para que me tengan compación.
Hechicero
Pero tú no necesitas compación.
Sólo debes expresar tu amor,
ese que calla y se esconde
por el temor a mi corazón.
Hada.
Bellas palabras me dices y verdades también,
pero ya es hora de que te marches,
he venido a prevenirte;
la muerte sigue tus pasos
¡Maldita sombra negra! ¡Carroñera de amor!
Aunque somos almas inocentes
no tendrá piedad hacia ti.
Huye antes de que llegue,
yo no podría resistir tu pérdida.
Hechicero
Cada palabra que dices
me apuñala el corazón
jugando con mis sentimientos
desmoronando nuestro amor
¡Basta de quejas y lamentos,
basta de escupir en mi corazón!
¡Que la muerte venga y me lleve,
que el cielo se tiña de negro,
que los lobos lloren mi llanto,
que la noche cubra mi cuerpo!
Hada.
¡¿Qué corazón maligno tienes?!
¡¿Qué espíritu infame te poseyó?!
¡¿Cómo puedes herirme con tal repudio?!
¡Yo que oculto mi mirada para que no me desees,
te niego mi cuerpo para que no me poseas,
callo ante tí para que no me ames!
Prefiero que te marches sin mi amor
aunque yo muera de pena.
Hechicero
¿Y piensas que podré soportarlo?...
¡Yo que veo tu mirada en el claro de la luna,
que sueño tocar tu cuerpo en las vespertinas y en las noches,
que ansío escuchar tu dulce voz!
Hada.
Siempre supe que nuestro amor,
sería nuestra perdición.
Hechicero
Entonces concédeme un último deseo,
y prometo que te diré adiós.
Hada.
Todo sea por tu vida, todo sea por tu adiós.
Hechicero
Un beso te lo pido...
El sentir de tus labios...
Hada.
Tu deseo es imposible.
Hechicero
¿Hasta eso me niegas? ¿Qué amor tienes en mí?
Hada.
Si yo te besara...,
moriría en tus labios.
¿Acaso no puede haber
una muerte mas cruel?
Hechicero
¿Una muerte mas cruel?
¡Mira lo que soy!
¡Agonizo,
me desangro,
blasfemo a la vida,
todo por este amor!
El amor que no tengo...
Hada.
No te marcharás sin mí ¿Verdad?
Hechicero
Si a través del aire pudiera amarte
o a través de las flores descubrir tu aroma
no estaría aquí, frente a tí
Hada.
Perdamosnos en el bosque,
escapemos de este día,
traspasemos los lagos,
escondamosnos en los abedules,
construyamos una nueva vida.
(silencio)
Hechicero
Ya es demasiado tarde amor,
la muerte ha llegado.
Ahora no podrás negarme un beso...
Hada.
(sonríe con los ojos húmedos)
Y cuando piensas que caerás...
Hechicero
...allí estaré yo para abrazarte.
En espera de que el destino me ponga de nuevo en tu vida.
Enviado por Erika
Estoy inmovilizada en el umbral de tu nombre
Reminiscencia tuyas que es solo eufonía y desazón
Y te busco en un país de recorrido perplejo
Háblame si reconoces mi silencio.
Puedo ir andando después de muerta
Y perderme entre los más lóbregos escondrijos
Lloriqueando a risotadas
Pero andar esa penumbra tuya de trazos inconclusos.
No
permite
ansiedades.
¿Por qué callas?
Erika
Hoy me duele el alma. Cuando me duele el alma suelo mirar fotografías. Fotografías en blanco y negro. Fotografías antiguas. Algunas rotas; maltratadas por el paso de los años. Y otras color sepia. Ese sepia que invita a soñar. Soñar con bajar al fondo del mar ó subir a la cima más alta de una montaña. Soñar con estar fuera de esta agonía que invade mi ser.
Soñar con esa vida brillante de otro tiempo. Con esos amigos variopintos, que juntos, formabamos el club de los intelectuales incomprendidos, o de los cómicos de chaqueta zurcida, o de los adolescentes en busca de sexo fácil, o de los toreros que anhelaban una plaza con una atmosfera festiva y tensa que invitase a respirar con sus olés.
Fotos que esconden sonrisas o lágrimas, sueños o tragedias, que susurran palabras tiernas o ariscas, que muestran paraisos, universos compartidos, tropiezos y rutinas, suspiros y escalofríos.
Pinceladas llenas de insospechados matices que han pasado por sus manos y por las de él y han llegado a las mías. Y ahora reposan en el libro de los recuerdos y las añoranzas. Y a veces, como ahora, me sirven de consuelo. Consuelo a esa noche larga que cubre con su manto negro mis lágrimas en la almohada.