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miramar

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Me gustan las mujeres peligrosas, cuanto más peligrosas mejor. Vestirme de colores intensos. Llevar la iniciativa y que sean ellas las que caigan en la trampa. Las que supliquen quedarse en esa placentera trampa. Me atrae el misterio, pero no creo en los cuentos con final feliz, porque las perdices tienen más hueso que carne. No me gustan los sueños, ni engañarme con fantasías, ni depender de una mujer.

Por vestirme de depredador, por combinar colores, por no seguir los senderos comunes que todos siguen me he ganado un montón de etiquetas. Y todas, absolutamente todas las etiquetas, son injustas. Las buenas también.

13 comentarios

anaR -

Detesto las etiquetas, las que ponen, las que ponemos... son muy relativas ;).

Brisa -

En cada cosa que escribimos hay una pequeña parte nuestra de nuestra propia experiencia y una parte de otras experiencias, y una parte imaginada y una parte... :) claro que si amigo, haces bien al hacernos recordar. Te has ganado una sonrisa!!

Hechi -

Reups, descarado que llevo hoya la neurona floja te había dejado peazo testamento de comentario( por lo extenso) y ahora voy y lo borro, snif...

Decía que esto de acuerdo el que realmente quiere escribir, y seguir aprendiendo debe escribir de todo, mucho más que sus pensamientos y sentimientos, no hay nada mas difícil que escribir y defender una idea con la que no estás de acuerdo.
Creo que es un buen texto sobre todo abierto, se le puede sacar bien d jugo y genial debate sin necesidad de etiquetar al autor/a, y hablando de etiquetas...siempre creí que eras mujer que se yo por que, me dio por ahí y el texto como que dice no...
Besotes de lunita medio sopa...

_Mary_ -

¡¡Miramar!!
Generalmente, llevamos una etiqueta puesta a los ojos de los demás, a veces más de una. Lo importante creo es, no etiquetar nosotros a los demás, actuar con criterio y no estereotipar a nadie con nada.
Me parece importante la acalaración que haces, que para escribir se deja volar la imaginación, que no son siempre hechos reales o propios.
Saludos desde México.

Miramar -

Recuerdo que los relatos no tienen por qué coincidir con hechos reales. ¿Cuántas noveles hay reales?. A veces, nos servimos de la imaginación, para tratar de explicar o no algo y con lo que podemos o no estar de acuerdo.

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Sabes quién soy, no? -

Jo! Del asombro al leer tan em... "crudo" relato, me he olvidado de decir quién soy...

Yess...!!!

Anónimo -

Em... perdón... has dicho:

"...Llevar la iniciativa y que sean ellas las que caigan en la trampa. Las que supliquen quedarse en esa placentera trampa..."?

Y también has dicho:

"...No me gustan los sueños, ni engañarme con fantasías, ni depender de una mujer..."?

Em... qué puedo decir? Mejor callo para no decir algo que pueda acabar la fantasía en la que vivía en el otro blog...

Besos para ti!

Ah!!! Saludos para ángel, para Azul en el #6... los conoces, verdad?

Desierto -

Anda, calla.
Menos lobos, Caperucita.
E intenta cuidarte. Un beso.

Corazón... -

Lo mejor de "esas" etiquetas, es quedarnos con las unicas que son justas... Nunca es bueno, pero siempre nos diferenciamos por algo, a eso le llamo etiqueta, ser único!
Un beso...

;o)

Hija de la Luna -

Huyo de las etiquetas, de los encasillamientos de las nomenclaturas rebuscadas para encasillar a la gente, y por ello soy llamada rara, que no es más que otra etiqueta de la que no sé si quiero librarme, porque al ponerme ese grillete me han dado la libertad.

Un besote!

Brisa -

Bueno Miramar, eso no define nada, la mayoría de las mujeres lo somos :) lo digo de buen rollito eh? :)
¿No crees en los cuentos con final feliz? Yo no me creo que tu no creas :)
Emmmmm... lo del misterio está bien :)
Hummmm....Lo de no depender de nadie, ni siquiera de una mujer, también está bien! Creo que las relaciones de dependencia son destructivas, lo mejor es estar pq lo deseas, teniendo posibilidad de escoger. Engañarse nunca, soñar...de vez en cuando.
No me gustan las etiquetas, no me gustan las etiquetas, no me gustan las etiquetas, no me gustan las etiquetas.
La vida sin ellas its different. Un besito.

aveugle -

weno, weno, "depredador" , ten cuidado, esas presas que has elegido tienen dientes, uñas y otras mortíferas “armas” con las que a veces inoculan en la sangre ciertas sustancias extremadamente nocivas, unas gotas serían suficientes para propiciar cambios viscerales en el comportamiento del cazador. Mi consejo es que te hagas, como yo, vegetariano y si puedes y tienes valor, te la cortes, único modo válido de estar exento del maleficio que tan preciosos animales desprenden.

Sigrid -