Niños adultos
Un bullicio espectacular envuelve el ambiente festivo de feria. Unos van. Otros vienen. Algunos compran. La mayoría pasea.
Un chico joven, de ojos profundos y tristes, muy tristes, reclama mi atención.
- Señor, ¿me puede dar algo?
Apenas nos cruzamos las miradas. Sigo mi camino. A cinco metros me detengo a comprar un pequeño y caro capricho de madera. A mis espaldas suena la misma frase dicha por el mismo chico joven de ojos profundos. Acierto a poner una moneda en su mano. Y antes de que nuestras miradas se reencuentren me sorprende con una afirmación contundente sacada de cualquiera, quizá esta misma mañana.
- Hay gente que gana incluso cuando pierde.
3 comentarios
Corazón... -
Cuando tú das un poquito de lo que tienes, nunca pierdes, aunque en realidad poco podemos hacer por esos niños o gente mayor... la solución debe ser otra, pero no esta en nuestras manos...
Un beso!
;o)
isa -
Brisa -