Historias con dos finales
Matías lucía un impecable traje gris. A su lado Martina acaparaba su atención.
- Querido, has visto los michelines de la señora Ester. Con ese vestido tan ajustado que lleva se los ve mover en todas direcciones cuando ella anda. Y no es por criticar, pero al marido la barriga no le deja ver los zapatos.
Ester y su marido, sonriendo, se acercan a Martina y a su acompañante.
- Hola Matías. Hola Martina. Venimos a la selección de personal para un anuncio de televisión. Carlos nos ha convencido de que tenemos grandes posibilidades para salir elegidos. Parece ser que necesitan personas de buena presencia y con un cuerpo estilizado. Querida, después de darle vueltas al tipo de vestido conveniente, me decanté por este que realza mi figura. Anda, ¡mírame bien!. Sinceramente, ¿tú cómo me ves?.
Primer final.
- Ester, te ves muy guapa. Precisamente comentaba con Matías que siempre has tenido un muy buen gusto a la hora de elegir el tipo de prenda que has de llevar en cada ocasión. Estoy segura que se fijaran en ti y triunfarás.
Segundo final.
- No sé Ester... yo me pondría otro tipo de prenda más amplia que disimulara un poco mejor la grasa. Ese vestido lo único que hace es marcar tus movimientos de cadera que son poco estéticos. Es mejor que te vayas a cambiar, si quieres presentarte.
¿Hay que decir siempre la verdad?. Hay quien dice que hay que ser un poco mentirosos para conservar a los amigos. Y es que la verdad, a veces, hace daño, te hace aparecer cruel y pierdes las amistades.
¿Con qué final te quedarías tú?.
6 comentarios
Turandot -
Las críticas, sólo, si pueden ser constructivas.
Saludos.
Hija de la Luna -
Bss.
Anónimo -
Anónimo -
asi que seamos SUTILES, para no herir a los demas...tu amiga.
Tu -
;o)
Brisa -
Siempre hay que decir la verdad pero hay que tener cuidado pq la otra parte puede no estar preparada para escucharla.