Cita a ciegas
Tentadoras. Las citas a ciegas son siempre tentadoras. Para algunos, la única forma de acercarse a alguien. Para otros, un simple juego. En uno y otro caso una ruleta rusa.
Esta es la historia de Antonio. Que la conoció en unos de esos chats.
Que se lo había dicho Carlos: métete una noche, hombre. Que no son cuentos. Y él lo hizo. Se metió.
Allí dio con ella. Una experta en amoríos. Él la contemplaba cada tarde al salir de la oficina. Dejó el bar, la partida y las tragaperras. Y vivió para su sueño. Hermoso sueño de nubes azules. Dicen las malas lenguas que lo relajaba. Yo creo que era un celoso empedernido. Y por esas noches en vela sospecho que tuvo problemas.
Intentó poner solución a su vida. Y un día, que se salpicó la camisa con la jarra de cerveza, quedó con ella. Se vistió y cogió el paraguas por eso de la lluvia. Olía a Paco Rabanne y a ilusiones frustadas, pero él no lo sabía.
Paseó sus pretensiones arriba y abajo. Pasaron los minutos. Pasaron las horas. El teléfono del amor desesperado comunicaba. Lo que quedó de la cita: una mañana demasiado larga.
Esta es la historia de Antonio. Que la conoció en unos de esos chats.
Que se lo había dicho Carlos: métete una noche, hombre. Que no son cuentos. Y él lo hizo. Se metió.
Allí dio con ella. Una experta en amoríos. Él la contemplaba cada tarde al salir de la oficina. Dejó el bar, la partida y las tragaperras. Y vivió para su sueño. Hermoso sueño de nubes azules. Dicen las malas lenguas que lo relajaba. Yo creo que era un celoso empedernido. Y por esas noches en vela sospecho que tuvo problemas.
Intentó poner solución a su vida. Y un día, que se salpicó la camisa con la jarra de cerveza, quedó con ella. Se vistió y cogió el paraguas por eso de la lluvia. Olía a Paco Rabanne y a ilusiones frustadas, pero él no lo sabía.
Paseó sus pretensiones arriba y abajo. Pasaron los minutos. Pasaron las horas. El teléfono del amor desesperado comunicaba. Lo que quedó de la cita: una mañana demasiado larga.
5 comentarios
pitijopo -
_Mary_ -
La realidad virtual no es igual a la realidad objetiva... ¡¡Ojo!!... ¡¡Mucho ojo!!...
Saludos desde México, querido amigo.
Moonsa -
Hija de la Luna -
El riesgo a correr en algo así es grande, pero a veces sale bien. Acercarse a las personas puede ser más fácil de lo que parece si se olvidan esos riesgos.
un besote!
Brisa -