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El despertador

El  despertador Allí estaba yo, sin poder ocultar en mis ojos la certeza de que no vendrías.
Eres la luz que me ha guiado en los últimos meses. Me has hecho deslizar por tus curvas y he sentido en mi cuerpo emociones y sensaciones. Llegas de madrugada y te desnudas junto a mi. Caes en mis brazos desnuda. Y al día siguiente sigues tu camino. Tu mirada misteriosa puede volver loco a cualquier hombre, y sé que tu cuerpo conoce a la perfección el idioma del deseo y siento que tu piel brilla cuando yo estoy al otro lado del hilo. Nunca tuve una mujer como tú.

Los últimos pasajeros de ese vuelo han salido. Me gustaría salir corriendo para abrazarte. Siempre soñé con salir corriendo a tu encuentro. Cada día más intensamente. Quizá pensaste que hay palabras capaces de crear un círculo mágico donde caben los misterios, las esperanzas, todas esas cosas pequeñas que nos conforman. Quizá pensaste, por la presión de la realidad, de la verdad, que ese vuelo no era el tuyo. Me gustaría salir corriendo abrazarte, pero las escobas en las que viajo están deterioradas en esta época.

Y de repente una voz a mi espalda. Me doy media vuelta y me encuentro con una mujer y con una sonrisa. Y descubro que ya es primavera, y que aunque yo sigo con mi jersey de lana ya han llegado los primeros calores. Alterado por la perspectiva de que esa mujer ha llegado de un mundo virtual para convertirse en real, me encuentro con sus ojos y apenas logro articular un Hola...

El simple roce de mis labios en su piel despertó en mi el volcán que hasta ahora había estado oculto. Salimos fuera, en silencio. Allí, en el aparcamiento, cogimos el coche. Volabamos por la carretera hacia el hotel. Era noche. El camino discurria entre árboles y yo aceleraba al salir de las curvas. Sentía en mis piernas el efecto de los nervios. Y ese aroma embriagaba mis sentidos. Nunca encontré una mujer como tú, pensaba. Y si pudieses escuchar lo que corre por mi mente te darias cuenta de que uso un pretérito perfecto simple, porque no sé si tu luz un día desaparecerá y acabaré estrellandome en cualquier camino oscuro.

Y allí estaba el hotel.

Sonó el despertador. Eran las siete de la mañana. Miré a mi alrededor, pero ella no estaba. Sólo había sido eso, un sueño.

1 comentario

Yo... -

Ojála que todo lo que se sueña y se siente en el CHAT llegará a ser realidad por una vez en la vida. Si te contará cuantos sueños tengo al respecto sabrías que somos más de uno LOS QUE SOÑAMOS DESPIERTOS. Un beso!